domingo, 19 de diciembre de 2010

LA TÍA DE FRANKENSTEIN

¿Es malo que los niños vean la tele? Pues hombre, no necesariamente. Depende de qué tele vean. Para eso están los padres, para ejercer como tales y, en los primeros años, hasta que la mini persona tenga desarrollado un criterio propio, escoger los programas que deben ver sus hijos. Cuando tenga hijos, les voy a poner cosas como la coproduccción de las radio televisiones públicas que da título a esta entrada.

En 1987, países de ambos lados del telón de acero unieron fuerzas para crear "La tía de Frankenstein". Austria, Alemania del este, Francia, España y Checoslovaquia aportaron su esfuerzo en adaptar la novela sueca "Frankensteinova Teta"

Todo comienza cuando Henri Frankenstein, el último barón del linaje, intenta crear un ser humano excepcional mezclando el cerebro de un científico famoso y un cuerpo fuerte como el acero. Como en la novela de Mary Shelley, los lugareños invaden el castillo y abortan, aparentemente, el experimento.

En ese momento, Henri decide cambiar de aires y alejarse del castillo, a la vez que su tía Hannah vuelve a casa y se hace cargo de la propiedad, habitada por seres fantásticos como un licántropo humanista que vive en la biblioteca; un hombre anfibio demasiado aficionado a la cerveza; un conde Drácula que, como buen aristócrata, rehuye el trabajo; un duende del fuego hiperactivo y burlón; el fantasma de una antigua moradora del castillo que atraviesa las paredes (interpretada por Mercedes Sampietro) y un criado que comparten un oscuro pasado.

Por las estancias del inmueble (como diría un agente inmobiliario) también corretea Max, un huérfano pelirrojo y despierto que huye de un circo en el que una mujer le tiene literalemente esclavizado.

Con ella os dejo hasta la próxima entrada. Espero que no tarde tanto...

3 comentarios:

  1. yo la pregunta k tengo es de donde sacaba dinero el Frankenstein para dar de comer a tanta gente

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  2. que de tesoros teníamos en nuestra divina juventud...jijij

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