lunes, 22 de marzo de 2010

PELÉ, STALLONE, MICHAEL CAINE Y EL DÍNAMO DE KIEV

La realidad supera ampliamente a la ficción. Los guionistas, sobre todo de Hollywood, siempre lo han tenido claro y, en muchas ocasiones, se han inspirado en sucesos reales para escribir historias que han llegado a nuestras pantallas. Hoy nos vamos a centrar en “Evasión o Victoria”. Recuerdo que la primera vez que la vi estaba en casa de mis abuelos un sábado por la tarde. ¡Qué momentazo! ¡Qué gran película para ver en la infancia, sobre todo si eres aficionado al fútbol!
Para los que no la hayáis visto, os pongo al día. “Evasión o victoria” cuenta la historia de un grupo de solados aliados prisioneros en un campo nazi de la Francia ocupada que forman un equipo de fútbol. Entre los futboleros/soldados figuran, además de Pelé, el argentino Osvaldo Artiles y el inglés Bobby Moore. El reaparto cuenta también con Michale Caine y Silvester Stallone. Total, que un oficial alemán les reta a un partido contra un equipo nazi. La resistencia prepara un plan para que los prisioneros escapen durante el descanso, pero los jugadores deciden continuar el partido. Ganan, el público invade el campo y los protagonistas alcanzan la libertad.
La historia que inspira esta cinta hay que buscarla en la Ucrania ocupada por el tercer Reich allá por 1941. El Dínamo de Kiev, el equipo más importante del país, había desaparecido. Sus jugadores eran heridos de guerra, mendigos y prisioneros. Un colaboracionista alemán, Josif Kordick, reconoció a Trusevich, antiguo portero del Dínamo, mendigando en la calle y le dio trabajo en su panadería. En seguida, mandó a Trusevich a buscar a sus antiguos compañeros. El portero localizó, además, a tres jugadores el Locomotive de Moscú.
En la primavera del 42, los alemanes organizaron una liga en la que participaron cuatro equipos nazis, uno de colaboracionistas ucranianos, y nuestros protagonistas, que adoptaron el nombre de FC Star. El antiguo Dínamo vence todos los partidos sin dificultad, hasta que llega el encuentro decisivo, contra el conjunto de la Luftwaffe, la aviación nazi. Los locales vencieron por 5 a 1, desatando la ira de los invasores, que se plantearon fusilarlos a todos. Sin embargo, desde Berlín llegó la orden de no ejecutar a nadie, no querían crear un símbolo matando a un equipo ganador. Había que vencer primero en el campo de fútbol. Por eso, Alemania mandó a Ucrania a sus mejores jugadores para humillar al FC Star. Antes de comenzar el partido, al árbitro ordenó a los locales saludar con un sonoro “Hail Hitler”. Los componentes del Star optaron por gritar ¡Fizculthur!, un lema deportivo comunista.
Llegaron al descanso con ventaja de 2 a 1, coreados por un público que comenzó a gritar consignas contra los nazis. En el vestuario, recibieron la visita de la Gestapo, que les amenazó con la muerte en caso de ganar el partido. El encuentro concluyó con la victoria local por 5 a 3, consumando la humillación de la flor y nata del fútbol teutón. Los disturbios contra el invasor que siguieron al partido duraron varios días. La Gestapo se presentó en la panadería, donde ejecutó a dos jugadores y se llevaron al resto al campo de concentración de Siretz, donde todos excepto tres encontraron la muerte.
Actualmente, el estadio Lobanovsky cuenta con un monumento en memoria de los jugadores del FC Star que dice: “A los jugadores que murieron con la frente alta ante el invasor nazi”.

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